sábado, 12 de noviembre de 2011

Tarkovski


El martes concluimos, con Sacrificio, el ciclo de cine de Andrei Tarkovski. Una maravilla. Es un hombre que ve la realidad de un modo penetrante, casi doloroso. Su interés por la persona, sus debilidades, su mundo interior es lo que se palpa en sus películas, lo que les da una actualidad permanente. Su última película, Sacrificio, equivale a concluir con broche de oro un carrera artística a la que Tarkovski se entregó de lleno. Es su arte, como él mismo lo indica, una ansia de lo ideal, un "preparar al hombre la muerte, conmoverle en lo más profundo de su ser". Esa es la clave para ver sus películas, el sentido de su arte que, sin buscar demasiados simbolismos abstractos, no deja de ser un gran parábola, como esta, con la que abre y cierra su última película:

"Érase una vez, hace mucho tiempo, un anciano monje que vivía en un monasterio ortodoxo. Se llamaba Pavme. Y plantó un árbol seco en una montaña, como este de aquí. Luego, le dijo a su discípulo, un monje llamado Ioann Kolov, que regara el árbol cada día hasta que reviviese. Así que cada mañana, temprano, Ioann llenaba un cubo con agua y partía. Subía la montaña y regaba aquel tronco seco y por la noche, en plena oscuridad, regresaba al monasterio. Hizo esto durante tres años y un buen día subió a la montaña y vio que todo su árbol estaba lleno de flores.
Digan lo que digan, un método, un sistema, es algo muy bueno. ¿Sabes? A veces, me planteo que si una persona cada día, exactamente a la misma hora, hiciera una cosa como un ritual, inmutable, sistemático, cada día a lo misma hora, el mundo cambiaría. Algo cambiaría, por fuerza."

Así que después de cinco películas y un diálogo verdaderamente interesante, gracias a todos los que habéis participado.

7 comentarios:

  1. Habéis caído, lo sabía... Tarkovsky atrapa. Un saludo, Rafa.

    PD:¿habéis visto El espejo?

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  2. Nunca pensé que una película que comenzara con la historia de un monje ortodoxo y citando a Nietzsche y el eterno retorno pudiera funcionar, pero así es.

    P.D. Rafa, sí, caímos!

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  3. Sí, Rafa, hemos caído! Además Jorge Latorre, que sabe bastante hizo dos cine-forum, de Andrei Rublev y Solaris, muy chulos. Y el Espejo sí que la vimos! Tengo que volver a leer tu post, que, para serte sincera, fue lo que me hizo interesarme en Tarkovski. Me gustó, pero creo que la tengo que volver a ver.

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  4. "El espejo" es la más íntima, junto con "Nostalgia". La del espejo es una profundización en sí mismo, en sus recuerdos, vivencias, su familia... Algo así como saber quién es y encontrar sus raíces. Es la impresión que me da a mí. Pero, claro está, seguro que me dejo partes del lienzo a medio ver. Creo que "El árbol de la vida" ha tomado algunas secuencias de plano de esta peli, además de la temática de la familia para explicar cuándo la persona encuentra su sentido y su relación con Dios. Tenéis que ver también la de Terrence Mallick. Es una maravilla. Difícil de ver, pero cuando la vas calando te deja embobado, se te hace corta... Un saludo a todos en Pamplona.

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  5. ¿Qué os pareció la reflexión de Alexander sobre la ciencia? Cuando dice que "todo lo que no es necesario es pecado" me deja boquiabierto...

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  6. Esa frase también me impactó... y sobre todo lo que le sigue: "todo la sociedad actual está construida sobre pecado".

    La de Mallick no la he visto. Pero no sabes qué ganas! También hemos hablado de ella en el ciclo, en un momento de digresión hablando de Solaris, porque J. Latorre va a publicar algo sobre "el árbol de la vida" en "Nuestro Tiempo". Ya te contaré cuando la vea.

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  7. Otra de las razones por las que tengo que ir:
    Sentarnos a tomar una cerveza, mientras discutimos la densidad visual de Tarkovski y yo me fumo un cigarrillo.

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