domingo, 30 de octubre de 2011

Una foto más mía


De Ramón Vásquez no conozco muchas obras, pero me bastan unas pocas para afirmar que es uno de mis pintores contemporáneos favoritos. No es porque sea de mi tierra, Antioquia, aunque los paisas sabemos que nada nos une tanto como ser antioqueños (lo cual —léase con cariño— nada tiene que ver con la boina bilbaína), sino por su arte, sus "líneas líricas", sus temas. Tengo que la suerte de disfrutar de este Quijote en casa de mi tío Gonzalo ("all rights reserved"), al que le acompañan otras dos obras suyas: una barca de Caronte y una última cena (con Cristo y los Apóstoles como niños).
Calvin & Hobbes, que tanto me han acompañado y que mucho significan para mí, le ceden paso al Quijote en la foto de perfil. Creo que me identifico mejor en ese quedarse suspensos, esa mirada lejana con un libro en las manos, el placer, la soledad... Con la venia de Cervantes, si me lo permite.

jueves, 27 de octubre de 2011

Ironías de la vida

Siempre me ha impactado el modo como, a veces, los libros pueden gritarte. Incluso a veces con ironía y desparpajo. Otras veces son más dulces y llegan en el momento justo, como el bálsamo de fierabrás, eficacísimo. Pero, esta vez, no sé cuál de las dos cosas han hecho las últimas líneas de "¿Qué es filosofía?", de Ortega y Gasset. No sé si ha sido puñalada o cura, grito desgarrado o íntimo susurro. El caso es que se me ha quedado grabado. Tanto, que incluso he logrado poner el haikai en el examen que teníamos, sin que pareciese traído por los pelos. Fue mi modo más neutral de responderle a eso que llaman vida, destino o Providencia (que, anda, quién diría que no, es una constante paradoja).
«Los sacerdotes japoneses maldicen de lo terreno, siguiendo este prurito de todos los sacerdotes, y para denigrar la inquietante futilidad de nuestro mundo lo llaman "mundo de rocío". En un poeta, Isa, aparece un sencillo haikai al cual me atengo, y dice así: "Un mundo de rocío no es más que un mundo de rocío. Y ¡sin embargo!..." Sin embargo... aceptemos este mundo de rocío como materia para hacer una vida más completa.»
Yo me quedo con ese "y ¡sin embargo!...", que es la ruptura de la piedra a la esperanza. Y, si pudiera, ojalá pudiera, apresar ese poco de rocío, para hacer que mi vida sea más completa.

martes, 25 de octubre de 2011

Gravitaciones

Al alba conocí la obra. Primer fin de semana de octubre, espléndido. Chillida-Leku. Arte, filosofía y poesía se dieron cita en un mismo lugar. Y, entre toda la obra de Chillida, la más monumental fue la más pequeña: las gravitaciones, escultura en papel con la que Chillida pasaba horas, divirtiéndose. Son precisamente eso, gravitaciones. No puede existir un mejor título, tan lleno de lirismo, para esta obra.


Al final del vídeo, que hay que ver hasta el final, aparecen los dibujos de sus manos, que realizó a lo largo de su vida. El ponerlos junto a las gravitaciones es, aparentemente, casual, y creo que quienes montaron el vídeo lo hicieron simplemente por unir en un solo formato dos grandes temas que aparecieron en el Seminario. Pero cuando lo vi me pareció acertadísimo, porque lo que me cautiva de las gravitaciones es precisamente la delicadeza de las manos que las hicieron, las manos de un artista acostumbrado a trabajar con hierro, con piedra, con materiales duros. Manos de obrero, manos de herrero, manos de artista.

lunes, 17 de octubre de 2011

Ars poetica


Decía Aristóteles una cosa muy profunda: "sin amigos nadie querría vivir". Y como vivir es lo más radical, y el obrar sigue al ser, no tuvo necesidad de decir también "sin amigos nadie querría escribir". Pero el comentario de Gabriel Gale me ha hecho pensar mucho al respecto: siempre se escribe para los amigos. ¿Cómo no lo había pensado antes de un modo tan claro? Es el amor a los amigos el que nos lleva a pensar en el lector, a amarlo también aunque no lo conozcamos.
¿Qué es este blog si no un intento de prolongar un diálogo (o crearlo, cuando es casi inexistente o no tan largo como desearía) con los amigos?
Sí, qué claro lo veo ahora: siempre se escribe para los amigos. Si faltáis vosotros, falta la pluma. Aunque por un amigo dejaría mis armas, que no son más que las letras.
Esto me recuerda un haiku que escribí este año, tratando de reflejar esto último, pues en todo caso, volvamos a Aristóteles, siempre se vive para los amigos. Me parecía un poco forzado, pero ahora lo leo con nuevos ojos y veo en él un nuevo brillo:

Fuertes mis manos
si al abrirse a un amigo
dejan su pluma.

viernes, 14 de octubre de 2011

Hablando de premios nobeles...

...A mí también me gustaría escribir una autobiografía. Brevísima. Que sólo leyeran mis amigos. Con la perspectiva de quien ya sabe quién es (y aún así la vida le sorprende). Una autobiografía como una radiografía, rápida, de mis experiencias. Que sea, como la que escribió el nobel, una "visión de la memoria". Y sí, ojalá con una prosa semejante, ágil, y con la mirada penetrante y actualizada de la niñez. Me sorprende y me fascina quienes lo han hecho. ¿Cómo ven el hilo que lo une todo? ¿O será que no lo ven y escribir es precisamente un intento por encontrarlo?
Escribir para dar cuenta de sí mismo, de quién se es, de que es (sin acento). No es ninguna tontería. Personalmente creo que sólo fui consciente de eso que llaman "yo" a los diez años, o un poco antes, quizá. Lo recuerdo bien. Recuerdo la pregunta angustiosa que me sorprendió por la espalda: "¿quién soy yo?" o, peor, "¿por qué yo soy yo?". No era nada demasiado existencial, ni mucho menos. Era un caer en la cuenta de algo que aún creo que no puedo explicar. A veces vuelve, pero intento mantenerlo al margen. No es algo que pueda responder. Crecer, para mí, ha significado aprender a vivir con el misterio.


El nombre
Tomas Tranströmer

Me adormezco durante el viaje en coche y me detengo bajo los árboles, junto al camino. Me acurruco en el asiento trasero y duermo. ¿Cuánto tiempo? Horas. La oscuridadalcanza a caer.

De pronto estoy despierto y no me reconozco. Estoy bien despierto, pero eso no me ayuda. ¿Dónde estoy? ¿QUIÉN soy? Soy algo quedespierta en un asiento trasero, algo que se revuelve, con pánico, como un gato en una bolsa. ¿Quién?

Por fin viene mi vida de regreso. Mi nombre llega como un ángel. Fuera de los muros suena un toque de trompeta y los pasos salvadores llegan rápida, rápidamente descendiendola demasiado larga escalera. ¡Soy yo! ¡Soy yo!

Pero imposible olvidar la lucha de los quince segundos en el infierno del olvido, a pocos metros de la carretera por la que fluye el tráfico con luces encendidas.

jueves, 13 de octubre de 2011

A la luz blanca de luna llena

Me fui a la cama
con tu luz en mis ojos.
¡Hasta el mes próximo!

miércoles, 12 de octubre de 2011

Espejo del alma

Llega la noche.

El silencio es más fuerte

Si hay luna llena.

domingo, 9 de octubre de 2011

Dejadlo estar

9/10



Un vídeo que hay que ver de vez en cuando, más aún en estas épocas en las que prima a la vez un visión hipérbolico-ideal del amor y otra cínica-carpe-diem que lo desfiguran por completo. De tanto hablar del amor, a veces aparece tan manoseado que sólo puede dar una cara poco sincera. Dan ganas de gritar lo que JRJ decía de la rosa: "¡No la toques ya más que así es la rosa!". Por eso me gusta este vídeo. Han tenido que pasar 25 años para que se preguntaran por el amor, ¡y qué real es ese amor!
Que el amor sea superior a cualquier sacrificio que este lleve consigo (que los traerá; y muchos), es lo que se tendría que lograr sin siquiera proponérselo, sin necesidad que estar tematizándolo constantemente. Incluso adjetivarlo es manipularlo demasiado. Hay que dejarlo estar y agradecerlo, quitarle misterios y artilugios, para aceptarlo como un don que está hecho para darlo, para que no muera, como una rosa, en nuestras manos.

viernes, 7 de octubre de 2011

Esperanza reloaded

Ayer, por la tarde, iba con el peso de este pensamiento a cuestas, que sólo hoy ha cobrado forma.
Siempre me ha parecido que la esperanza, como tabla de salvación, es muy propia de las personas insatisfechas, de aquellos que nos desilusionamos fácilmente.
Hoy, en cambio, me he despertado con otra certeza. La esperanza, como virtud, esto es, como la que verdaderamente salva, es más propia de aquellos que no se desilusionan fácilmente, porque sólo esperan en Aquel que realmente puede llenarles, sin pedirle al mundo lo imposible.
La esperanza de ayer es un refugio de paja; la que me ha parecido ver hoy es una roca, fortaleza infranqueable.
Ahora entiendo mejor el título del maravilloso libro de Péguy; tratándose "de la segunda virtud", sólo cabe asomarse al "pórtico del misterio". Y allí me encuentro yo, atisbando, sin tabla de salvación, "con un saber no sabiendo", que diría san Juan de la Cruz, "balbuciendo", como quien se cree que sabía cuando no entendía nada.