CARACOLA
Zbigniew Herbert
"Delante del espejo en el dormitorio de mis padres había una caracola rosa. Solía acercarme a ella de puntillas y con un repentino movimiento ponérmela en la oreja. Quería pillarla en ese momento, cuando no siente añoranza con su monótono susurro. Aunque era pequeño, sabía que, incluso cuando se ama mucho a alguien, a veces sobreviene el olvido."
Lo que el gran Zbigniew en este gran poema biográfico no dice es que nunca logró pillarla en ese momento. Que, aunque el olvido siempre está al acecho, hay amores, como el de la caracola, que perduran en el tiempo.
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