jueves, 5 de mayo de 2011

05+05+11=21 años


21 años. No voy a hacer consideraciones semi-apocalípticas, que es lo que me saldría, más aún después de haber visto esta semana "La Bella y la Bestia", con la sorpresa de que a la Bestia se le acaba el "tiempo de merecer" a los 21 años. La flor encantada perdía el último pétalo el día de su cumpleaños y no había marcha atrás para lo que no hubiera logrado hasta entonces. ¿Y yo...? Pero bueno, he dicho que no entraría en consideraciones.

Hace unos meses leí algo que me cautivó. Lo he leído varias veces desde entonces y últimamente vuelvo a él todos los días. Ya en aquel momento pensé en mi cumpleaños y en que sería una buena entrada para el blog. Hoy me parece aún más apropiado. Muy acorde con mis pensamientos de estos días. Son palabras sabias, del Eclesiastés, que empiezan con un "¡alégrate!, ¡disfruta!" y terminan diciendo que "todo es vanidad". Es todo lo que tienes que saber, ay, a los 21 años.
"Alégrate, joven, durante tu juventud, disfruta de corazón tus años jóvenes. Sigue el camino que te indique el corazón y lo que deleita a tus ojos. Pero no olvides que de todo ello Dios te pedirá cuentas. Aleja de tu corazón la tristeza y de tu cuerpo el sufrimiento, pero recuerda que los placeres de tu juventud son cosas que se acaban.
Acuérdate de tu Creador en tus años jóvenes, antes de que vengan los días amargos y se te echen encima los años en que dirás: 'No hallo gusto en nada'. Antes de que se nuble la luz del sol, la luna y las estrellas, y retornen las nubes tras la lluvia.
Cuando tiemblen los guardias de la casa y se dobleguen los valientes. Cuando las que muelen sean pocas y dejen de trabajar, y las que miran por las ventanas se queden ciegas. Cuando las puertas de la calle se cierren y se apague el ruido del molino. Cuando enmudezca el canto de las aves y cesen todas las canciones. Cuando den miedo las alturas y los peligros del camino.
Cuando florezca el almendro y se arrastre la langosta y no dé gusto la alcaparra porque el hombre se va a su eterna morada y circulan por la calle los dolientes.
Antes de que se rompa el cordón de plata, antes de que se quiebre la lámpara de oro, antes de que se haga añicos el cántaro junto a la fuente, antes de que se caiga la polea dentro del pozo, antes de que el polvo vuelva a la tierra, a lo que era, y el espíritu vuelva a Dios, que es quien lo ha dado. Todas las cosas, absolutamente todas, dice Cohélet, son vana ilusión."

Post-scriptum: Para no quedarnos sólo con la vanitas, ahora yo añado: "...excepto la sabiduría y un amigo fiel." Al menos es lo que dice un primo hermano del Eclesiastés, el Eclesiástico. Así que hoy que es un día festivo, brindaré por ambas cosas. Prost!

4 comentarios:

  1. ¡Muchas felicidades! ¡Que pequeño es el mundo!
    Dentro de diez y nueve años, junto a Harry Potter acuérdate, celebraremos los cuarenta.
    Feliz final de curso.

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  2. ¡Nicolás, muchas gracias! Me ha emocionado la referencia a Harry Potter, no hubiera caído en la cuenta si no me lo dices. ¿Qué pasará en todo este tiempo? (Porque lo mejor del tiempo es que pasa...)

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  3. ¡Felicidades Marce!Y sí, estoy de acuerdo, acabo de nacer y ya voy a terminar la carrera. Disfruta del resto del día!

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  4. Ya te felicité y te reté convenientemente ayer, aunque no sé para qué momento va a quedar ese duelo, pues uno no sabe si está más ocupado durante exámenes que después de ellos.

    No sé si Harry Potter llegará a los cuarenta años... igual se ha convertido en un nuevo Lord Voldemort para entonces. Material no le falta.

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