La soledad, para los que aman las letras, puede ser vocación y a la vez condena.
Ayer, mientras hacía orden en mi cuarto, me encontré con un pequeño papel arrugadísimo que contenía el siguiente escolio de Nicolás Gómez Dávila: "Verdadero escritor no es el que nos perora con voz exótica de comensal pintoresco en un encuentro casual, sino el que nos interpela con la voz misma con que nos hablamos en nuestra soledad". Y esa voz, con la que hablamos a nuestra soledad, me estuvo acompañando a lo largo del día. ¿Cuál es esa voz? ¿Es esa voz la que anhelo o acaso la que repudio?
Esta mañana, aún con el reconcomio a cuestas, he vuelto a leer el trozo del libro de donde he extraído esta cita. Es un capítulo ("El fértil humus de la soledad") de un ensayo de Amalia Quevedo, "El peso de la palabra", que no os podéis perder. Aquí podéis encontrar el capítulo en cuestión. Ya me diréis... (Aunque la soledad también acompaña vocacionalmente a este blog, en sus 101 entradas que hoy celebramos).
Anónimo dijo...
ResponderEliminarMi abuelo, que es muy sabio, siempre me dice: "nena, que fea es la vejez, pero más fea es la soledad". Le doy muchas vueltas, no creas. ¿La soledad es menos cuando se comparte?
No has escrito nada sobre la #Spanishrevolution. Me encantaría hablar contigo de este tema y del libro ¡Indignaos!
La cita es buenísima, me la apunto. Un saludo, Rafa.
ResponderEliminar¡Que lindo! Eso es exactamente lo que yo quiero encontrar, aquella verdadera voz con la que converso en la soledad... me encanta!
ResponderEliminarMarce, Amalia Quevedo no será por casualidad profesora de La Sabana, cierto?
Raquel, ¡yo también quiero que lo hablemos! ¿Has leído el libro? He visto que es casi un panfletillo... con formato cuasi revolucionario. Nada mal, ¿no? Me encantaría saber qué piensas. Por cierto, tenemos dos planes por montar: Oteiza y "Celda 211" antes del 3 de junio.
ResponderEliminarRafa, ¿cuándo volverás a escribir?
Vero, me alegra que te guste. El libro del "Peso de la palabra" te encantará. Vuelve continuamente sobre Gómez Dávila y Borges (entre muchos otros). Y sí, es la profesora de La Sabana.
Fantástica la cita como dice un comentarista anterior, y el enlace. Hace reflexionar todo esto y esa disyuntiva, condena o vocación, lo que anhelo o lo que repudio, sobre la soledad. Yo no tengo demasiado claro que pese a esa fama literaria y ese prestigio de la soledad no resulte una auténtica condena en la mayoría de las ocasiones, cuando es real y no impostada, por supuesto. No es bueno que el hombre esté solo. Claro que hay muchas clases de soledad, tantas como seres humanos que la padecen, algunas más livianas y tolerables y otras realmente insufribles. Enhorabuena por esas 101 entradas.
ResponderEliminarHe leído la cita pero no el capítulo entero, por culpa de los exámenes. Pero, ¿tú crees que uno es más uno mismo cuando está solo? No me acaba de convencer
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