Nunca he sabido muy bien qué responder a la pregunta: ¿Qué quieres ser cuando seas grande? Ahora, en cambio, lo veo con claridad: Cuando sea grande quiero ser niño, ser cada vez más joven. ¡Y es que hay tanto que aprender de los niños!
Esta semana he conocido Asunta, una niña de nueve años que hablaba como si tuviese mi edad y con esa gravedad que a veces tienen los niños y que resulta aplastante. Es de Bilbao y cuando sea grande quiere ser inventora. Lo tiene clarísimo. Ya ha hecho sus primeros inventos, "casi todos con papel y cartón". Sin embargo, esta semana ha hecho su primer invento "de verdad": una tirolina en pequeño. Asunta va en serio, ya tiene sus propias normas y su código ético para cuando sea una inventora "de verdad".
–Tengo unas normas para mis inventos. La primera es que sólo puedo utilizarlos cuando esté sola, pues mientras los usen los demás debo trabajar y cuidar de que todo marche bien y los disfruten.
–Qué bien, ¿no?– Le digo yo, un poco torpe, aún impresionada de todo lo que me iba contando.
–Sí, también tengo otra que es un poco más complicada. Yo lo digo así: "Más vale uno con valor que cientos a estribor".
–A ver, explícame.
–Sí, a estribor, que no sirvan para nada, que sean sin más. Más vale uno con valor... como los besos.
Silencio. No supe qué decir. Creo que me empecé a sentir un poco idiota. En una niña de nueve años está la sabiduría que a muchos se nos oculta. Sobre todo ahora, que la gente está creciendo en un mondo hipersensible, en el que las manifestaciones de cariño cada vez son más banales y exageradas, Asunta tendría mucho que decir. Y todos nosotros, mucho que aprender.
Me uno a este club de la juventud, realmente tendríamos mucho que aprender. Quizá haya que aprovechar antes de que Asunta crezca y desaparezca esa magia.
ResponderEliminarSí, los niños pequeños en general molan (excepto si tú tienes sueño por la noche y ellos no). A mí me divierte hacerles preguntas que para una persona mayor quizá parezcan obvias, pero que si se las haces a ellos te suelen dar respuestas sencillas y a la vez aplastantes. Te ayuda a no dar las cosas por hecho nunca.
ResponderEliminarDeberías presentarme a Asunta, una charlita con ella no me caería NADA mal! jajaja :) Es en serio...
ResponderEliminarUn abrazooo Tily!!!
Me está cayendo genial esa Asunta!
ResponderEliminarCreo que ya me volví grande porque no entendí...
ResponderEliminarMuchas gracias por vuestros comentarios.
ResponderEliminarDaniel, creo que si lo explico lo estropeo...
Marce, perdón por comentar algo que no tiene nada que ver, pero si me voy a la entrada del orgullo patrio colombiano seguro que no lo leías.
ResponderEliminarCada vez que la selección juega un partido, toda España está con ella: País Vasco, Cataluña, Andalucía... Ahí sí que nos sentimos orgullosos de ser españoles. Pero no estaría nada mal que tuviéramos más motivos.
Cuando sea grande, quiero ser más grande.
ResponderEliminarAdore tu post, y además a Asunta.
ResponderEliminarNo se puede explicar como tan bellas palabras y sencillas pueden salir de una boca tan pequeña, es tan hermoso ser un niño.
:)