sábado, 26 de junio de 2010

En medio de la paradoja: Dios


La fiesta de los santos se celebra el día de su muerte, pero en la Iglesia lo llamamos dies natalis. Es sólo una de las muchas paradojas que constituyen el Cristianismo.
  • El Espíritu Santo es fuego (Pentecostés) y agua (Bautismo).

  • Para Vivir hay que morir.

  • La puerta a la Casa más grande, la Patria verdadera, es estrecha.

  • Para ser feliz hay que proponerse no serlo.

  • En la pobreza se consigue la mayo de las herencias.

  • La más alta sabiduría la alcanzan los ignorantes.

  • Para brillar hay que quemarse.

  • Como respuesta al odio: Amor.
  • Etc, etc, etc...
Y es que Dios es tan grande que sólo cabe en la paradoja, sólo entre dos puntos radicalmente extremos hay "espacio" suficiente para Dios. Por eso la lógica de Dios no es la lógica humana y los santos han sido locos ante los ojos del mundo. ¡Locos de atar! Y aún hoy hay quienes se escandalizan.

En medio de la paradoja: Dios (y con un poco de locura: yo, como todos los hombres, paradoja andante).

2 comentarios:

  1. Hoy celebramos San Josemaría, el santo de lo ordinario.
    Decir en 1928 que la santidad no es para privilegiados, que podemos ser santos en medio del mundo, que debemos santificar el trabajo ordinario, la familia y hasta la diversión, suena a paradoja.
    En 1963 el Concilio Vaticano II proclama solemnemente que no solo es posible sino que es necesaria la santidad en el mundo, en la vida ordinaria.
    Debemos hacer como San Josemaría, pedir a Dios que vea, que veamos, que vean, para que nadie se quede sin ver lo que Dios le pide.

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  2. Marce muy bacano tu artículo... efectivamente Dios no cabe en la lógica humana, desde la reflexión que propones ¿no crees que es imposible una teo-"logía"? Finalmente, aunque tu escrito es muy bueno cometes un grave error al afirmar: "Para ser feliz hay que proponerse no serlo". No creo que el Cristianismo, ni Dios, nieguen eso... al contrario hay que proponerse serlo y ¿qué es la felicidad si no es Dios? Lo que pasa es que es una propuesta de felicidad compleja. Reza por mí... yo personalmente admiro a San José María Escrivá... dile que se acuerde de mí...

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