lunes, 23 de noviembre de 2009

"El arte está hecho para turbar" - Braque



Sigo preguntándome por la (¿B?)belleza. Cada vez me convenzo más de que la belleza cambiará al mundo, de que por ella se obran las cosas más excelsas. ¡Cuánto me gustaría ser artista! ¡Cuánto me pesa saber que no lo soy! No me siento con fuerzas para hablar de esto ahora, pero les dejo una parte del discurso pronunciado por el Papa en su encuentro con los artistas, que es, sencillamente, genial (en su sentido más propio).


«¿Qué es lo que puede volver a dar entusiasmo y confianza, qué puede animar al alma humana a encontrar el camino, a levantar la mirada hacia el horizonte, a soñar una vida digna de su vocación? ¿No es caso la belleza? Sabéis bien, queridos artistas, que la experiencia de lo bello, de lo auténticamente bello, de lo que no es efímero ni superficial, no es accesorio o algo secundario en la búsqueda del sentido y de la felicidad, porque esa experiencia no aleja de la realidad, más bien lleva a afrontar de lleno la vida cotidiana para liberarla de la oscuridad y transfigurarla, para hacerla luminosa, bella.
Una función esencial de la verdadera belleza, de hecho, ya expuesta por Platón, consiste en provocar en el hombre una saludable "sacudida", que le haga salir de sí mismo, le arranque de la resignación, de la comodidad de lo cotidiano, le haga también sufrir, como un dardo que lo hiere pero que le "despierta", abriéndole nuevamente los ojos del corazón y de la mente, poniéndole alas, empujándole hacia lo alto. La expresión de Dostoyevski que voy a citar es sin duda audaz y paradójica, pero invita a reflexionar: "La humanidad puede vivir --decía-- sin la ciencia, puede vivir sin pan, pero sin la belleza no podría seguir viviendo, porque no habría nada que hacer en el mundo. Todo el secreto está aquí, toda la historia está aquí" (...).
»La auténtica belleza, por el contrario, abre el corazón humano a la nostalgia, al deseo profundo de conocer, de amar, de salir hacia el otro, hacia más allá de sí mismo. Si aceptamos que la belleza nos toque íntimamente, nos hiera, nos abra los ojos, entonces redescubrimos la alegría de la visión, de la capacidad de comprender el sentido profundo de nuestro existir, el misterio del cual somos parte y del cual podemos obtener la plenitud, la felicidad, la pasión del compromiso cotidiano. »

4 comentarios:

  1. Marce excelente artículo... Creo que estás llegando a un punto muy interesante de la reflexión: la experiencia estética. Creo que la experiencia estética o sensibilidad es un medio de conocimiento más fuerte para conocer que la razón.

    Te felicito.

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  2. Ojalá haya más genios que nos sacudan y nos seduzcan con la verdad... ¡Qué belleza!

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  3. Muy consolador, ahora que debemos saber ser artistas... no todo el que sabe coger un lápiz lo es! Sometimes I am, sometimes I'm not.
    Creo que necesitaba leer algo así para motivarme :)

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  4. La bondad se esconde en la belleza y no hay más que mirar al mundo para ver que ésta existe.

    Me encantó!

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