viernes, 12 de noviembre de 2010

Contra me


Llevo mucho tiempo fuera de Camelot. He estado en otros reinos, he conocido otras personas, y aunque lo mejor siempre es volver, porque sólo se vuelve a casa, todo regreso implica muchas despedidas y toda despedida muchas promesas. Pero cuando se es viejo, como yo, el futuro no está hecho para promesas porque ya no es apertura plena, por eso llega un momento en el que se prefiere aferrarse a lo de siempre, a lo dado, a los viejos conocidos, a la familia, a los recuerdos. Es más difícil dar cualquier paso adelante e incluso se hace más difícil amar. El primer impulso es cerrarse a lo viejo conocido y ahorrarse sufrimientos y despedidas. Ya sabéis que tengo alma de caballero y lo natural en mi son las batallas. Mi vida es una guerra conmigo mismo y aunque sé que el triunfo o la derrota sólo llegará al final, cuando muera en una de las batallas, tambien sé que desde ya tengo la victoria asegurada. Pero, mientras tanto, tengo que ir a contrapelo en esta lucha por no hacerme viejo, por no anclarme en el pasado sino acometer, sin escudo y sin espada, hacia el futuro. Abrirme, sin miedo a las despedidas o a encontrarme, de repente, con un amigo más que me llegue a fondo y al quitarme las vendas haga sangrar mis heridas. Son todo batallas que a veces cuestan sangre, pero que si no se emprenden cuestan la vida.
Si no voy a la guerra, en cualquier caso moriré. Y si he de morir, que sea en la batalla. Así, quizá, después, tras la muerte, podré gozar de la victoria.

Que la Providencia os acompañe,
EL DUQUE DE CAMELOT.


5 comentarios:

  1. Non nobis, Domine, non nobis. Sed nomine tuo da gloriam... Vaya con Dios, caballero, siempre hacia el oriente, siempre...

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  2. ¿Qué significa esto? ¿Es, acaso, una despedida?

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  3. Por un momento pensé que volverías a Medellín... :(

    ¿De qué te estás despidiendo, Marce?

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  4. No, no es una despedida. Es el regreso a Camelot. Y la justificación de seguir aquí. Escribir tiene mucho que ver con batallar, con dejar correr la sangre. Quizá lo fácil sería la despedida, pero la vía fácil no es jamás el camino del caballero.
    EL DUQUE DE CAMELOT.

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  5. "Si no voy a la guerra, en cualquier caso moriré" (...)

    Muy bueno. Me ha dado mucho que pensar. Moriremos de todas formas... entonces ¿lo importante es decidir bien la guerra? ¿O la vida es la guerra misma?

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