Cuando Bertrand Russell cumplió ochenta años escribió sus "Reflexiones en mi octogésimo aniversario", que resultan conmovedoras viniendo de un anciano. Yo, a mis veinte años, ¿qué puedo decir? Cualquier cosa resultaría un poco pedante y, probablemente, moralizante. A esta edad, aunque a veces me cueste aceptarlo, aún se sabe poco de la vida. Sin embargo es un aniversario redondo, el primero del que tengo verdadera conciencia, y en cierta medida supone un cambio. "Veinte" es el número de la juventud, o al menos eso dicen las canciones. Cuando un hombre se hace mayor, habla de los veinte años con añoranza, como la época en que tenía el mundo en sus manos, el estado de radical apertura, el momento de las grandes decisiones, las grandes acciones, el tiempo de la esperanza y del ahora, de la plenitud, etc, etc. No quiero pensar demasiado en ello, porque hacerlo es como si envejeciera repentinamente y empezara a pensar en el hoy con cierta nostalgia, como si se me fuera de las manos y no lo supiera aprovechar al máximo. En realidad sólo quería dejar constancia de este cumpleaños (porque los blogs, entre otras cosas, son una especie de memorias perdidas en la infinitud del mundo cibernético), para que cuando tenga ochenta años pueda recordar los veinte, sin nostalgia. Para que no pueda decir que los veinte se me fueron sin notarlo, sin sacarle el máximo partido, inconsciente de la vida. Lo sé: hoy tengo veinte años y sólo dos reflexiones, una por cada década. La primera mira hacia atrás y coge impulso para mirar al futuro; la segunda empieza hoy para que siga mañana: (1) Nunca ha sido el momento perfecto para eso que siempre esperamos y nunca lo será, (2) lo mejor que se puede hacer a los veinte años es vivirlos.
Post scriptum: La mejor canción de cumpleaños la escribió Bob Dylan, Forever Young, y me he encontrado con que recientemente han hecho este vídeo animado. ¡Excelente! Así que mi tercera reflexión está allí contenida y en palabras de una gran persona que conozco vendría siendo algo así como: "seguir acumulando juventud".
Dolores: Acabo de publicar esta entrada y de ver tu comentario... ¡¡Muchas gracias!!
ResponderEliminarBueno, ante semejantes reflexiones, ya una sólo puede decir: ¡MUCHAS FELICIDADES! Y que cumplas muchos más, y esas cosas...
ResponderEliminar¡Saludos madrileños!
¡Muchísimas felicidades, Marcela! Ahora, a vivir la vida. Un saludo. -Muy buena canción.
ResponderEliminarjapi verdei tu yu!!! Esta entrada del blog, aparte de para las memorias, es una especie de autofelicitación!! Es broma... Pásatelo genial! Y que no te salgan arrugas. Y copiando a Leti:
ResponderEliminar¡Glaswegians saludos !
Muy bonito tu post aunque al final acabaste con frases tipo S.V.V... jajajajajjajaja
ResponderEliminarFeliz cumple :) y el saco, perdido està... es cierto,. pero NECESITO que aparezca!! jajaja... te quiero amiga!
ResponderEliminarMuchas gracias a todos :)
ResponderEliminarMaría, lo reconozco. En parte sí que lo es, sobre todo lo de la canción, pero bueno... He vivido en tres décadas (90, 00, ahora 10), dos siglos, dos milenios y sólo tengo 20 años.
Daniel, ¿S.V.V? Si es sangrarse las venas, es todo menos eso... Todo lo contrario a mi cometido.
¡Muchísimas Felicidades!
ResponderEliminarMuy buena la reflexión sobre la vida, me apunto. Todos los cumpleaños son el momento perfecto para eso que esperamos y hacer lo mejor que podemos hacer en ese momento, vivirlo.