viernes, 14 de octubre de 2011

Hablando de premios nobeles...

...A mí también me gustaría escribir una autobiografía. Brevísima. Que sólo leyeran mis amigos. Con la perspectiva de quien ya sabe quién es (y aún así la vida le sorprende). Una autobiografía como una radiografía, rápida, de mis experiencias. Que sea, como la que escribió el nobel, una "visión de la memoria". Y sí, ojalá con una prosa semejante, ágil, y con la mirada penetrante y actualizada de la niñez. Me sorprende y me fascina quienes lo han hecho. ¿Cómo ven el hilo que lo une todo? ¿O será que no lo ven y escribir es precisamente un intento por encontrarlo?
Escribir para dar cuenta de sí mismo, de quién se es, de que es (sin acento). No es ninguna tontería. Personalmente creo que sólo fui consciente de eso que llaman "yo" a los diez años, o un poco antes, quizá. Lo recuerdo bien. Recuerdo la pregunta angustiosa que me sorprendió por la espalda: "¿quién soy yo?" o, peor, "¿por qué yo soy yo?". No era nada demasiado existencial, ni mucho menos. Era un caer en la cuenta de algo que aún creo que no puedo explicar. A veces vuelve, pero intento mantenerlo al margen. No es algo que pueda responder. Crecer, para mí, ha significado aprender a vivir con el misterio.


El nombre
Tomas Tranströmer

Me adormezco durante el viaje en coche y me detengo bajo los árboles, junto al camino. Me acurruco en el asiento trasero y duermo. ¿Cuánto tiempo? Horas. La oscuridadalcanza a caer.

De pronto estoy despierto y no me reconozco. Estoy bien despierto, pero eso no me ayuda. ¿Dónde estoy? ¿QUIÉN soy? Soy algo quedespierta en un asiento trasero, algo que se revuelve, con pánico, como un gato en una bolsa. ¿Quién?

Por fin viene mi vida de regreso. Mi nombre llega como un ángel. Fuera de los muros suena un toque de trompeta y los pasos salvadores llegan rápida, rápidamente descendiendola demasiado larga escalera. ¡Soy yo! ¡Soy yo!

Pero imposible olvidar la lucha de los quince segundos en el infierno del olvido, a pocos metros de la carretera por la que fluye el tráfico con luces encendidas.

2 comentarios:

  1. Siempre se escribe para los amigos, Marce. Y escribir es atrapar lo inasible. Hay tareas más importantes, pues, pero la escritura nos rescata un rato. Un abrazo, te leo siempre en la distancia.

    ResponderEliminar
  2. Gabriel Gale, nunca lo había pensado así, pero ahora que lo dices, ¡qué evidente me parece! Siempre se escribe para los amigos... has dado en el clavo de algo que siempre me pregunto: ¿por qué este blog?
    Gracias por pasarte por aquí, eso hace que el blog tenga sentido.

    ResponderEliminar